
Debido a la capacidad de sus enseñanzas para transformar a quienes las practican, algunas personas consideran al Budismo como una especie de psicología. De las diferentes escuelas de psicología, todas intentan ayudar a las personas a no ser una carga para la sociedad ni a tener demasiadas dificultades personales. Aún cuando la psicología y el Budismo pueden cambiar a las personas, este último es para personas que ya están sanas. Se puede decir que el Budismo comienza donde la psicología termina. El Budismo Camino del Diamante se hace relevante desde el punto en el cual las personas ya son estables, donde ellas experimentan el espacio como lleno de gozo y no como una amenaza. Desde este nivel, las enseñanzas desarrollan un coraje sin límites, gozo y amor, cualidades que son inherentes a la riqueza de la mente.
Aplicando las enseñanzas en la vida, aumentará en uno una profunda confianza en sus habilidades dando a todas las situaciones el sabor de significado y el crecimiento. Una vez que crece la conciencia de la naturaleza condicionada de todas las cosas, los conceptos fijos se alejarán y las cualidades perfectas del cuerpo, habla y mente aparecerán naturalmente. El resultado final de la práctica, la completa iluminación o Budeidad, supera los objetivos intelectuales o terapéuticos de la filosofía y la psicología, es un estado de perfección más allá de los conceptos.
Combinando la visión lógica y el poder transformador con métodos para obtener estados mentales duraderos y más allá de lo personal, el Budismo es sobre todo una religión antigua de 2.500 años de experiencia.
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